Bases biológicas de la conducta

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La conciencia es un estado mental en el que se tiene conocimiento de la propia existencia y de la existencia del entorno, es aquello que nos diferencia de otros seres, nuestras capacidades intelectuales, entendiendo estas como las que tienen que ver con el pensamiento, los actos y el carácter.   

El siglo XIX  fue una época que dedico al estudio científico de la fisiología del ser humano, parte de esos trabajos se referían exclusivamente al funcionamiento del sistema nervioso, se mostró la distinción por primer vez entre nervios motores y sensitivos a partir de entonces los nervios dejaron de ser tubos huecos para pasar a ser fibras que conducían vibraciones para generar movimiento o sensación en una dirección específica. También se descubrió las cualidades concretas de la transmisión nerviosa. 

Las bases biológicas de la conducta  nos sirven para identificar los principales elementos biológicos que intervienen en la conducta y también para conocer  los aspectos que ocurren en los procesos fisiológicos del sistema nervioso y que influyen en el comportamiento humano y entender porque somos como somos y lo que somos, cada uno debido a nuestra carga genética.

El conocimiento que hoy se tiene del funcionamiento de nuestro cuerpo y de nuestra biología es gracias al estudio de las ciencias como: 

La Psicofisiología; que estudia la relación de los procesos mentales y fisiológicos. Un ejemplo de estos procesos fueron las  bases para comprender como se realizan las operaciones mentales.

La filogenia; que estudia el desarrollo evolutivo de las especies establece semejanzas y diferencias en el orden molecular, bioquímico, anatómico y fisiológico con el objeto de establecer el ordenamiento en la escala zoológica.

La ontogenia; es la historia del cambio de un ser vivo particular implica los cambios en la embriología y otros cambios que se dan después del nacimiento.

Conocemos también la función y la anatomía de órganos de nuestro cerebro;

El tálamo es un centro de integración de. señales sensoriales y motoras que convergen en esa zona, de ahí parten al resto del cuerpo. Tienen una  relación estrecha con la regulación de la conducta emocional.

Hipotálamo: Esta estructura realiza importantes funciones relacionadas con la homeostasis  del organismo, es decir ajusta el organismo, es el responsable de la regulación de la sed, los niveles de dolor, satisfacción sexual, enojo, agresividad y equilibra la temperatura del cuerpo cuando la temperatura varia. 

Nuestro cerebro está dividido por una fisura longitudinal en 2 hemisferios y cada uno compuesto por 6 lóbulos; que son zonas anatómicas que componen cada hemisferio cerebral y que se encargan de coordinar y controlar a la mayoría de las funciones motoras, sensitivas y cognitivas del ser humano. 

El lóbulo frontal es el mas grande de nuestro cerebro, ahí se llevan a cabo el procesamiento de funciones cognitivas más complejas como la planificación, coordinación y ejecución de la conducta, por extensión también hace posible el establecimiento de metas, la previsión, la articulación del lenguaje y la regulación de las emociones. Además en este lóbulo nace la capacidad para tener empatía y establecer la teoría de la mente.

El lóbulo parietal: Está relacionado con la percepción de los estímulos táctiles, la presión, la temperatura o el dolor. También está implicado en el conocimiento de los números y control de movimientos.

El temporal: Relacionado con la percepción y el reconocimiento de estímulos auditivos y con la memoria (hipocampo) fundamental para el reconocimiento de voces y rostros.  

Es importante conozcamos la relación entre biología y conducta para comprender  mejor nuestro comportamiento y nuestras emociones.